30 de mayo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos publicaron un informe conjunto el 29 de mayo, diciendo que Sudán, Haití, Burkina Faso y Malí han sido incluidos como los países con la inseguridad alimentaria más grave, y estos cuatro países han sido elevados al más alto nivel de alerta alimentaria y requieren una acción "urgente" por parte de la comunidad internacional. En el informe también se advierte que Afganistán, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen siguen estando en los niveles más altos de alerta, y que las comunidades de esos países han estado o están a punto de hacer frente al hambre o incluso corren el riesgo de caer en una "situación catastrófica".